En la entrada de la escuela.

Hikari negó con la cabeza y sonrió.

-Para nada. Lo estoy deseando.-

Hikari nunca tuvo muchos amigos, y no habia tenido una amiga que se quedase a dormir en su casa ni nada parecido, además era hija unica, así que eso de compartir habitación era algo nuevo para ella.

Hikari asintió como unica respuesta.
Jane no le dejaba mucho tiempo para meditar las cosas, pero eso le resultaba, en cierta manera, gracioso. Esa chica tenía mucha energía.
Aunque eso era algo que tendrían que remediar, al menos, para los combates, pero ya habría tiempo para eso más adelante.

Hikari esperó en silencio, mientras observaba una mariposa que revoloteaba cerca de la ventana.

Hikari la miró y sonrió.

-Por lo que he podido ver, es una caracteristica tuya. No es nada malo. Cada cual es como es.- Hikari se caercó a Jane, y le cogió una mano con las dos suyas, suavemente, con los ojos entrecerrados en una expresión dulce y amable.

-Por eso todos somos especiales. Porque todos tenemos algo que nos hace distinguirnos de los demás. Nadie es exactamente igual a nadie, pero si ocurre a veces que encontramos a gente muy parecida. Y esos encuentros, son muy especiales ...- Hikari sonrió, y le soltó la mano a Jane.

-Perdona, me he puesto a desvariar.-

Hikari se dejó abrazar y pensó la pregunta de Jane.

-Tú lo has dicho, ¿no? Por algo nos habrá juntado el destino. Las similitudes no siempre están a simple vista. Sino aquí.- Dijo, llevándose una mano al corazón.

-N-nunca me habían dicho algo así.- Murmuró Hikari, algo sonrojada.

-Parte de lo que he dicho ya lo dijo alguien, hace tiempo ...- Dijo Hikari, pensativa. - No es una mala descripción de su forma de hablar, supongo.-

Hikari soltó una risita, para disipar el sentimiento de nostalgia que la invadia.

-Soy una copiona.- Dijo, mirando a Jane, sonriendo.

-Es otra forma de verlo.- comentó Hikari.

-No, pero ... creo que me empieza a faltar el aire. Además, la gente nos está mirando.- Dijo Hikari, sonriendo un poco avergonzada.

-No me gusta llamar la atención.- Contestó Hikari, mientras observaba a dos chicos que pasaban, cuchicheando y riéndose.

Hikari la miró, y suspiró.

-En tal caso, al menos, dame tiempo a que me acostumbre.- Dijo, con cierto tono de suplica y resignación. "Aunque eso no tendría porque afectarme a mí." pensó, suspiró de nuevo y sonrió a Jane.

Hikari miró por la ventana, cerró los ojos unos segundos, y volvió a abrirlos antes de hablar, sin mirar a Jane.

-Se está haciendo algo tarde. No me da tiempo de volver a casa. Así que deberé pasar aquí la noche ...- Dijo Hikari, casi pensando en voz alta.

-¿Crees que podrías proporcionarme un lugar para quedarme?- Peguntó a Jane, aún sin mirarla. -Ya iré al jardín más tarde ...- susurró.

Hikari notó el tono seco de Jane, no dijo nada, y la siguió en silencio.
Aunque le costaba seguir el paso firme de la chica, procuraba no perderla de vista.

Se metió en la habitación tras Jane, casi sin aliento.

Hikari recuperó el aliento, y oyó a Jane hablar muy rápidamente.


-¿Por qué?- Preguntó, con los ojos muy abiertos.

Hikari se echó a reir. Aunque su risa era casi silenciosa, y se sentó en la cama que Jane le había asignado.

-¿Por qué has elegido la cama de la izquierda y los cajones de arriba?- Preguntó, mirando fijamente a Jane.