En la entrada de la escuela.

Hikari sonrió.

-Pues, este lugar es misterioso ...- Dijo, mirando una vez más alrededor.

-No me había parado a pensar como sería mi luchador.- Dijo, mirando a Jane.

-Tú estas bastante cachas.- Dijo, sonriendo.

-Pero, no tengo el concepto de luchador relacionado con un tipo cachas ...- Dijo, pensativa.

Hikari se ruborizó,y movió la cola nerviosa, con las orejas de neko hacia abajo, mientras se agarraba las manos.

-¿He-he dicho algo gracioso?- Dijo, en un murmullo, mientras veía como Jane se partía de risa.

Hikari sonrió levemente ante el comentario de Jane, todavía algo desconcertada. No sabía muy bien que decir.

-Yo también he tenido suerte. Pareces ser un luchador muy bueno y con muchas ganas de aprender.-

-Entiendo.- Dijo como respuesta a ambos comentarios.

-A mi me parece que si estás ... fuerte ... comparada con ...- Y miró de reojo a uno de sus delgados y blancos brazos. La fuerza física no era lo suyo.

-Si fuese al reves, sería un desastre.- Dijo, y se rió bajito por las caras que ponía Jane al hacer posturas.

-No creo que la inteligencia vaya ligada al color del cabello. Según algunos estudios, está ligado a la herencia génetica, pero también a diversos factores que ...- Se quedó callada, no quería soltarle un rollo sobre génetica. Sonrió.

-Creo que lo mejor será dar una vuelta por aquí, mientras vamos a secretaria. No quiero estar aquí "ilegalmente".- Al decir la última palabra, hizo un gesto con los dedos indicando las comillas. -No quiero causar molestias o problemas.-

Hikari caminaba un poco por detrás de Jane, cogida de su mano. Miraba hacia todos lados, fijándose en cada detalle.
Ese sitio le parecia enorme, y tenía miedo de perderse, por eso, procuraba memorizar donde estaba cada cosa para poder orientarse en un futuro.

-¿Qué no hay nadie?- Dijo sin entender.- Pero si esto está lleno de gente.- Dijo, mirando a distitnso estudiantes ir y venir.

-Ah, lo siento, no sabía que tenía esa cara. Perdona.- Sonrió. -Es que tengo la manía de fijarme bastante en las cosas. Pero no me vendría mal ese mapa hasta que me acostumbre a este sitio.-

-Supongo ...- Dijo bajito. No era una persona de tener muchos amigos.


-Sí, estamos juntas.- Dijo sonriendo. Jane le transmitia tranquilidad.

-Vale.- Hikari empezó a pensar y a ordenar información de todo lo que había pasado, mientras seguía andando de la mano de Jane.

Hikari miró el letrero que decía "Secretaria" y luego a la puerta. Se quedo pensando unos segundos que sería mejor, si entrar sola o acompañada.
Tras concluir en que su situación era un poco "rara", pensó que sería mejor entrar con su luchador. Así podría ahorrarse problemas de admisión. Pensó que tener al luchador ya en la escuela podría valer como el bonus de "familiar ya en el centro" de las escuelas normales ...

-Acompañame.- Dijo Hikari, y abrió la puerta, decidida a entrar. -con permiso.- Dijo bajito, mientras entraba, pero no parecía haber nadie allí, o quizás no la habían oido.

Jane entró detrás y miró el mostrador vacío. Sonrió a Hikari

- no te preocupes, el hombre está un poco sordo.

Silvó fuerte y el hombre salió de un despachito interior. Las saludó con una amable sonrisa. Era un hmbre mayor ya, de pelo canoso y rostro afable. Las saludó

- buenos días Bohe, te veo más alegre de lo normal

Bohe sonrió anchamente y puso una mano en el hombro de Hikari

- como siempre aciertas,Ernest. Te presento a mi sacrificio, Hikari.. el único problema es que aún no está matriculada. ¿Podrías hacerlo porfavor?

El hombre mayor miró a la chica de ojos grises y sonrió

- claro, ahora mismo, encantado señorita Hilkari-san.

Hikari le devolvió la sonrisa al señor que buscaba entre los papeles buscando la hoja de inscripción.

-Normalmente no se inscriben así, asi que no sé donde habré metido las hojas de inscrip ... ¡Ah! Aquí estan. Tenga.- Y le ofreció una hoja.

Hikari fue a coger la hoja, cuando se abrió la puerta de otro despacho. Un hombre alto, con gafas muy serio estaba en el umbral, mirando a Hikari.

-Como has dicho, Ernest, así no se hacen las cosas.-Dijo con una voz grave y varonil, muy serio.

-Entra.- Dijo, dirigiéndose a Hikari, y entrando de nuevo al despacho, dejando la puerta abierta tras de si.

Hikari miró al señor de las hojas, que levantó los hombros, y después a Jane, antes de dirigirse hacia el despacho de aquel hombre.

Jane agachó la cabeza en señal de respeto hacia el hombre de las gafas. El señor director era de los pocos que intimidaban a la rubia.

Miró a Hikari y le guiñó un ojo para infundirle valor.

- vamos, no te va a morder..

Le susurró y se dirigió tras de ella para entrar pero el hombre la miró serio y no la dejó pasar

- he dicho que me siga ella, usted no, señorita Austen.

- sí, señor director.

Se sentó a esperar en una de las sillas y el director cerró la puerta encerrándose con la nueva

Hikari entró un poco intimidada y espero de pie al lado de la puerta, mientras el director se sentaba detrás de su mesa.

-Nombre.-Dijo, secamente.

-Me llamo Hikari, señor.- Respondió Hikari algo asustada.

-No te he preguntado eso. Quiero saber tu nombre real.- Dijo, mirándola muy serio.

-¿Nombre real?- Hikari recordó las letras de su cuello, que también tenía Jane.-Bohemian Rhapsody.- Respondió dudosa.

El director la miró muy serio durante unos minutos.

-No sirves.- Dijo finalmente, y se levantó para coger un libro de la estantería, el cual, empezó a hojear.

-¿Disculpe?- Preguntó Hikari, confusa.

-Bohe necesita un sacrificio que la discipline y sepa mandar. Ella tiene potencial, pero si el sacrificio no es bueno, nada puede hacer el luchador.- Explicó.

-Pero, compartimos el nombre ...-

Se hizo el silencio, el director parecia ignorar a Hikari, como si no tuviese nada más que hablar con ella. Hikari se molestó y dijo, algo enfadada, pero educadamente.

-Con todos los respetos, señor, me parece muy mal que me juzgue asi cuando me conoce sólo hace unos minutos. Jane es mi luchador, y yo soy su sacrificio, y como tal, haré todo lo necesario para que se convierta en un buen luchador.- Dijo decidida.

El director soltó una pequeña carcajada de incredulidad.

-Está bien, te daré una oportunidad, Bohemian Rhapsody. Ya veremos a quién le da la razón el tiempo. Puedes irte.- Tras decir esto, se sentó con el libro y le dió la espalda a Hikari.

-¿Y la inscripción?- Preguntó Hikari.

-Ya estás inscrita.- Dijo la voz del director desde detrás del sillón.

Hikari dudó unos segundos, pero parecía que la conversación había terminado, así que salió del despacho despacio.